Mi amigo fiel

Hola hace tiempo os hablé de que tengo un loro cómo mascota, este se llama Piru. Piru es el loro más travieso y juguetón que he conocido. Cuando llegó fuimos a por el a correos sobre las 8 de la mañana. Lo traían desde Barcelona en una cajita, desde que lo vi supe que era precioso e iba a ser un gran compañero.

Bueno, cuando lo dejemos en la jaula llegó un poco asustado, es normal, de tanto  viaje por el mundo. El lorito salio de su caja y se metió en una jaula que le habíamos comprado para tenerlo siempre vigilado. Cuando llegamos del colegio ya estaba comiendo fruta, y desde ese momento come como si no hubiera mañana. Pero al intentar cambiarle la comida se asustó y se escapó, y salió al patio, se quedó en una maceta, y mi padre con el corazón en un puño y una manta en el otro intentó cogerlo y ....... ¡ lo consiguió !

Desde entonces tuvimos mucho más cuidado. Sólo nos quedamabos a 1 metro de la jaula más o menos para no agobiarle, y poco a poco no dejaba que nos acercáramos más, por lo menos a mí sí y a mi padre. Poco a poco le fuimos ofreciendo jeringas de papilla para que se acercara a nosotros y esto dio resultado. Unos 10 días más tarde ya se dejaba medio tocar, aunque yo me llevé más que algún otro picotazo, pero tenía un problema, que lo malacostumbramos con tanta papilla y ahora sólo quería comer de eso. Consultamos a varios profesionales y nos dijeron que lo mejor era reñirle y sólo darle de comer lo que debía tomar, cómo frutas o verduras.

Esa solución fue dura, y nos daba pena de verle gritar, pero era lo mejor. Y efectivamente unas semanas después ya teníamos un pájaro tranquilo y capaz de darnos mucho cariño. Le encanta meterse en su bañera y luego secarse al sol. Siempre que lo llevamos al salón y lo ponemos a ver la tele se echa en un rincón y se duerme. Le encanta meterse en su nido, aunque se acuesta muy temprano, sobre las 7 o las siete y media.

Días más tarde ocurrió otra desgracia, el lorito se asustó de una manzana grande y roja que se cayó del frutero y se escapó justo a la casa de mi vecina que tenía un perro. Cuando ya todos no teníamos esperanza escuchamos el sonido de Piru en el limonero de un vecino 2 casa más allá. Fuimos deprisa a casa del vecino y en cuanto nos vió Piru se subió a la mano de mi padre y luego a mi hombro, pero no paso nada y volvimos todos a casa contentos. Y por ahora esto es lo que nos a ocurrido a mi mascota y a mí, pero seguro que en el futuro nos ocurrirán cosas nuevas que os contaré.

Adiós.

Os invito para que contéis las historias de vuestras mascotas y anécdotas que queráis mostrarnos.